Desde que la autodenominada «izquierda abertzale» resucitó las siglas de ANV, que no su contenido, el movimiento ultranacionalista ha intentado apropiarse de parte del legado de la II República en Euskadi, régimen con el que Acción estaba intimamente vinculado (no olvidemos que un militante suyo, Tomás Bilbao, llegó a ser ministro del Gobierno republicano). El año pasado, con motivo del 14 de abril, el ayuntamiento de San Sebastián, controlado por Bildu, izó la bandera (española) republicana. Sí, era (y es) un emblema español, detalle que quizá se le escapó al grupo municipal de Bildu. Cosas veredes.
Como ha estudiado Jesús Casquete en En el nombre de Euskal Herria, el nacionalismo radical ha vampirizado el simbolismo tanto del PNV como de la izquierda obrera, por lo que no resulta extraño que también lo haga con ANV, partido autonomista, liberal e inclusivo que no tenía nada que ver con el independentismo a ultranza y la defensa del terrorismo que han caracterizado a HB y a sus herederas. Es más, si la «izquierda abertzale» tuvo un antecedente en los años treinta fueron los jagi-jagis de Eli Gallastegi (Gudari), un grupúsculo extremista y aranista ortodoxo que hacia la II Repúbica solo demostró un sentimiento: odio.
El mismo, por cierto, que ETA, organización para la que el enemigo siempre fue España en abstracto, considerando que la dictadura franquista (como antes la II República y después la democracia parlamentaria) no eran más que simples accidentes. Veamos algunos ejemplos:
-Zutik, nº 12, 1963:
“Hemos de actuar, no solamente contra Franco, sino contra cualquier Estado español –tenga el régimen que tenga- que nos niegue el derecho de auto-determinación”.
“Creo que es absurdo el que sigamos empeñados en luchar por derrocar a Franco en España, para que se vuelva a instalar en Madrid una República que creemos que será más o menos benévola con los vascos. Cualquier patán se dará cuenta de que los vascos ya hemos derramado bastante sangre por las causas española, francesa, sudamericana, etc.”
-Zutik, nº 18, 1963:
“No hemos quemado y destruido banderas rojo-amarillas por franquistas, sino por españolas, porque no podemos tolerar ese símbolo extranjero –lo español es extrajero en Euzkadi- en nuestra patria ocupada; Más claro aún: la bandera rojo-amarillo-morada (no conocemos otras banderas españolas), es para nosotros tan símbolo extranjero como la rojo-amarilla…. Y la destruiremos (en Euzkadi naturalmente; ¡allá los españoles en España!) si llega el caso”.
Gracias, Gaizka. ¡Paradojas!
Xabier Markiegi Candina
>________________________________ >De: «»Gaizka Fernández Soldevilla»» >Para: xmarkiegi@yahoo.com >Enviado: Martes, 16 de abril, 2013 12:22 P.M. >Asunto: [New post] El nacionalismo vasco radical y la II República > >gaizkafernandez posted: «Desde que la autodenominada «izquierda abertzale» resucitó las siglas de ANV, que no su contenido, el movimiento ultranacionalista ha intentado apropiarse de parte del legado de la II República en Euskadi, régimen con el que Acción estaba intimamente vinc» >
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Qué pena que fuera la misma ANV la que, junto a otros partidos y movimientos, formara la Mesa de Altsasu en 1978 que dio nacimiento a HB. Qué pena que los hechos desmientan tan elaborado post (nótese la ironía)… ANV ES el precedente histórico más proximo de lo que se ha dado en llamar izquierda abertzale, tanto por discurso como por actividad: vuelvo a repetir que formó parte de HB prácticamente hasta la ilegalización de la coalición.
Pero según usted, ANV era «autonomista y liberal», nada tenía que ver con HB ni con su «independentismo radical». ¿Y usted se hace llamar historiador? Le recomiendo el libro de Eduardo Renobales (este SÍ puede acreditar ser historiador, no mero propagandista del PSOE) «ANV, el otro nacionalismo» (Editorial Txalaparta), donde encontrará un minucioso relato de la trayectoria de dicho partido, desde su fundación hasta inicios del siglo XXI. Quizá así, la proxima vez que escriba sobre sus adversarios políticos lo haga con cierto conocimiento de causa, y no demostrando el mismo odio que achaca a la otra parte.
PD: respecto a su nuevo libro, decirle que se me han ido las ganas de leerlo cuando veo que afirma en la entrevista de «El Mundo» que fue EE quien rompió con Sabino Arana, el racismo y el etnicismo. Le vuelvo a emplazar a que lea la obra de Renobales, donde verá que es ANV el primer partido en romper con la vieja concepción nacionalista. Si esto no fuera de su agrado, le recuerdo que lo de «Pueblo trabajador vasco» lo acuñó ETA en sus orígenes, no EE. Le guste o no, fue ETA la que recuperó la idea del nacionalismo de izquierda de ANV. Y ETA no siempre fue una organización armada, desde su nacimiento y hasta diez años después fue una simple organización clandestina, que hacía pintadas y colgaba ikurriñas en los postes de alta tensión. Tampoco desautoricemos TODO por la lamentable trayectoria posterior.
En fin. Una auténtica pena que la «nueva hornada» de historiadores vascos de la UPV sea en realidad igual que la «vieja», esto es, propagandistas al servicio de ideologías que solo logran gobernar mediante trampeos y pucherazos.
PD2: soy consciente de que muy posiblemente este comentario no verá la luz, pero estoy a su disposición en mi correo electrónico si quisiera discutir algo con mayor profundidad. De lo contrario, me daría por satisfecho si después de leer lo que he escrito se replantea ciertos prejuicios y tics de ustedes, los «no nacionalistas» (no nacionalistas vascos, eso se lo concedo).
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Queda claro que ETA no es antifranquista sino antiespañola,como toda organización de los llamados nacionalismos periféricos.
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Digo que es.menos escatológica la violencia explícita que lo que he escuchado en las últimas 24 horas por parte de miembros miembros. Que les den bola negra. Goyo/ Zaragoza.
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