Les recomiendo este artículo en el que el escritor Javier Marías hace pedagogía (de verdad) sobre un tema polémico: el pirateo de libros digitales. Se trata de un problema tremendo para los novelistas profesionales como él, cuyas alubias dependen de sus ventas. A los historiadores, en cambio, no nos afecta demasiado: más quisiéramos nosotros (al menos los de infantería, entre los que me cuento) que alguien nos piratease las obras. ¡Eso querría decir que nos leen!
Otro texto que hoy merece la pena leer es este de Leyre Iglesias en El Mundo sobre la propaganda internacional de Sortu. Espero que el Gobierno tome nota y haga algo al respecto de una vez.